Curiosidad

Comportamiento inquisitivo natural e innato de los seres basado en la observación y el descubrimiento de las cosas y/o las acciones.

Característica necesaria que nos permite aprender y que, de ninguna manera debe ser censurada o reprobada puesto que forma parte de la naturaleza misma que nos identifica.

Cuestión instintiva, sobre todo en el terreno sexual, persiguiendo respuestas y explorando emociones, indagando, entendiendo, experimentando...

No limites ese impulso, no detengas esa inquietud. Deja fluir tu curiosidad y aprende.

Involucra tus sentidos para saciar esa necesidad. Admira, contempla, toca y siente, disfruta los aromas y los sonidos, las texturas y las formas, paladea detenidamente los momentos hasta llenar ese vacío... el vacío propicio de la curiosidad.

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Caricias

In Love

El delicado roce de la piel, deslizando suavemente ambas superficies, dibujando siluetas, intentando bosquejar las emociones una y otra vez.

Recorriendo lentamente las formas mientras la imaginación vuela intentando plasmar los sentidos en cada caricia.

Ensoñación íntima en cada contacto, en cada suspiro, en la cadencia de los movimientos, en cada gemido.

Sonidos suaves y miradas que se pierden al compás de la seducción misma.

Significado mágico el que producen las caricias, vulnerando la lógica y el tiempo, derribando las barreras del pudor y la desconfianza, conquistando en cada momento la voluntad de los amantes.

Rendición absoluta que desborda los límites del placer y la pasión en un provocativo juego sensorial . . . simplemente irresistible.

Fantasías

El abrazo de la imaginación siempre va de la mano con la sexualidad.

Una imagen, un sonido o una caricia pueden despertar las más exóticas fantasías en nuestro pensamiento.

Lugares y formas, prohibiciones y desafíos, preferencias y posibilidades. Todo forma parte de la intimidad de nuestra mente.

Imaginar y soñar son deliciosas actitudes que nos transportan a situaciones que quizá no llevaríamos a cabo en la vida real pero que dan pauta a desinhibirnos y desnudar nuestros más ocultos deseos.

Esto hace la diferencia entre tener sexo y disfrutar dicho acto.

No limitemos la imaginación. Dejemos que vuele y permitamos el placer de nuestros sentidos en conjunción con nuestros pensamientos.

La experiencia será muy gratificante, en verdad.