Masaje

Caricias y roces que relajan el cuerpo y estimulan zonas sensibles induciendo a un estado de excitación cada vez mayor.

Los cuerpos desnudos de ambos incitan el sentido de la vista, mientras que las manos se deslizan por todas partes localizando los puntos donde cada uno comienza a emitir gemidos en señal de aceptación.

El masaje en pareja no debe ser un aspecto mecánico sino el deseo de provocar placer en la pareja poniendo atención en los detalles y sensaciones que marcan la diferencia al recorrer cada parte de su cuerpo.

Los besos, el susurro de las palabras, un lugar suave y cómodo donde recostarse, el uso de aceite con aroma delicado y la estimulación paulatina de las partes más sensibles, son aquellas cosas que motivan a desear el encuentro sexual completo y la culminación del orgasmo inducido por el disfrute del masaje erótico.

La entrega de los sentidos es fundamental al igual que la desinhibición absoluta.

Hay que dar paso al erotismo y la seducción en cada momento de esta práctica, sin que nada más importe.

El masaje debe ser natural, fluído y suave, elevando siempre las sensaciones al máximo, sin forzar ninguna situación, evitando hacerlo como siguiendo un manual de instrucciones, pues eso resta intimidad al deleite físico y mental.

Disfruta el placer inducido a tu pareja escuchando cada gemido, observando cada gesto y avanzando lentamente, sin prisa, sin prohibiciones.

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