French kiss en inglés. Es un beso que denota gran intimidad y que se practica de preferencia cuando existe cierto grado de confianza mutua.
El beso francés tiene la característica de hacer uso de la lengua para el intercambio de sensaciones al momento de besar. Al igual, se llega a mordisquear el labio inferior o superior de la boca de la pareja, transmitiendo sensualidad.
De preferencia, no debe intentarse en la primera cita, pues no a todas las personas les agradan determinadas sensaciones.
Un beso de este tipo debe ser lento, buscando aprobación, iniciando con el roce de los labios y avanzando al compás de la respuesta en la pareja.
Cuidando siempre las pausas que permiten respirar en forma adecuada.
Apresurarse puede provocar disgusto en el beso y/o sensaciones desagradables. Recordemos que los labios están llenos de conexiones nerviosas que pueden desencadenar placer intenso, si se besa correctamente.
Si además se pretende mordisquear los labios de la pareja, se debe tener mucho cuidado al hacerlo, ya que se trata de simular una mordida, no de darla textualmente.
Debe haber delicadeza, cadencia y provocación al hacerlo. Besando lento y pausado, dejando fluir la sensualidad interior. Disfrutando cada momento, cada reacción en la pareja, cada sensación de complicidad.
Intercambiar miradas al besar o cerrar los ojos son respuestas innatas al juego romántico de la seducción.
Deslizar los dedos sobre las mejillas, alrededor del cuello, entre el cabello o en el lóbulo de los oídos intensificará la sensación de placer.
En sí, no hay reglas escritas, simplemente detalles que deben cuidarse para disfrutar al máximo la experiencia de un beso.
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